LONDRES (AP) — Seis mujeres que estaban atrapadas en un camión refrigerado de alimentos fueron rescatadas por la policía francesa después de que una de las mujeres hiciera una llamada de auxilio a una reportera, informaron la BBC y las autoridades francesas el jueves.
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Las mujeres —cuatro vietnamitas y dos iraquíes— pasaron horas escondidas en un camión cargado con cajas de plátanos en el norte de Francia, convencidas de que el vehículo se dirigía a Gran Bretaña o Irlanda.
Cuando se dieron cuenta de que el camión iba en dirección contraria, empezaron a asustarse en la caja fría, estrecha y oscura. Una de ellas logró contactar con una reportera de la BBC en Londres, que después ayudó a las mujeres a alertar a la policía francesa el miércoles.
La fiscal francesa Laetitia Francart dijo que el conductor del camión, que se dirigía a Italia, no tuvo culpa alguna. Las mujeres dijeron que el conductor no estaba implicado, que “subieron al camión pensando que iban a Inglaterra porque tenía patente de Irlanda”, dijo Francart en un comunicado.
“Después de varias horas de viaje sin detenerse, comprendieron su error y alertaron a una periodista”, añadió.
La televisora indicó que la mujer pudo enviar mensajes de texto, la ubicación GPS del camión y videos breves mostrando las condiciones dentro del vehículo. Las mujeres aparecían sentadas en un estrecho hueco en el suelo, rodeadas de cajas de fruta, en estado de pánico y con problemas para respirar, según la BBC.
La temperatura en el camión era de 6 grados Celsius, dijo Francart, fiscal de Villefranche-sur-Saône. Todas llevaban abrigos gruesos y no tenían problemas de salud.
La policía francesa no tardó en localizarlas y consiguió interceptar el camión en una autopista, indicó la cadena. Francart dijo que el conductor escuchó ruidos en la caja del camión y llamó a la policía.
Las seis mujeres fueron detenidas por encontrarse ilegalmente en Francia y luego liberadas. Cuatro de ellas tienen plazo de 30 días para salir del país. Las otras dos pueden quedarse para solicitar asilo.
Miles de migrantes que buscan una vida mejor intentan cruzar cada año desde el norte de Francia a Gran Bretaña, ya sea ocultándose en camiones o a bordo de pequeñas e inseguras embarcaciones para cruzar el Canal de la Mancha.
Las dos rutas pueden ser peligrosas. En 2019, 39 migrantes de Vietnam que habían pagado grandes sumas de dinero a contrabandistas de personas murieron asfixiadas en el remolque de un camión camino de Inglaterra.
En julio, un hombre rumano descrito por la fiscalía como parte de una trama internacional de contrabando de personas que obtenía enormes beneficios explotando a migrantes fue condenado a más de 12 años de prisión por sus muertes. Otros cuatro miembros de la trama fueron encarcelados en 2021 con penas de entre 13 y 27 años por homicidio. Otras 18 personas fueron condenadas en Bélgica, donde el hombre vietnamita que dirigía la organización fue condenado a 15 años de cárcel.
El gobierno conservador del primer ministro británico, Rishi Sunak, ha tomado una estrategia cada vez más punitiva hacia las personas que llegan sin autorización.
El gobierno ha aprobado una controversial ley que indica que los migrantes llegados en botes sean detenidos y después deportados de forma permanente a su país de origen o terceros países. El único tercer país que ha aceptado recibirlos es Ruanda, aunque nadie ha sido enviado allí todavía porque el programa ha sido impugnado antes las cortes británicas.
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Leicester informó desde Le Pecq, Francia.