QUITO (AP) — La oficina de la Organización de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito mostró el lunes su apoyo a Ecuador y se refirió al problema de la intensificación de la violencia de bandas criminales
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La directora de la oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (UNODC), Ghada Waly, dijo que Ecuador “enfrenta ahora a un nuevo nivel de desafíos, que requieren un nuevo nivel de apoyo” en momentos en que la amenaza de los grupos criminales ”se ha intensificado de forma brusca y alarmante” lo que está “socavando la paz y la prosperidad” del país.
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Sostuvo que el narcotráfico, y especialmente de cocaína, se expande a nivel global y en la región y esto ha desencadenado la competencia criminal y el incremento de delitos “desatando la violencia en las calles y las cárceles de Ecuador” con consecuencias “mortales para los ecuatorianos”, señaló en rueda de prensa.
El país cerró el año pasado con 7.600 muertes violentas asociadas a la actividad de bandas criminales, unos 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más altas de la región, de acuerdo con cifras policiales, mientras que entre el 9 de enero y el 7 de abril la policía decomisó 77,5 toneladas de droga. En 2023 Ecuador había incautado unas 220 toneladas de drogas, especialmente de cocaína.
Waly alertó que las bandas criminales están extendiendo su accionar a actividades que afectan al medio ambiente como la deforestación, la minería ilegal y los delitos contra la vida silvestre. Ante ello, ofreció apoyo, con la apertura de representación en el país, para dar “respuestas robustas, integrales y sostenibles que estén plenamente en línea con el derecho internacional y los estándares en derechos humanos”.
Tales iniciativas buscan el fortalecimiento de la justicia penal y la aplicación de la ley para combatir la delincuencia y defender el Estado de Derecho además de un trabajo exhaustivo contra el tráfico de drogas, el abuso de sustancias y la promulgación de medidas más estrictas en materia de transparencia, corrupción y lavado de activos.
También habló de la lucha contra la corrupción en los puertos, contra el lavado de activos, el apoyo a la reforma de la justicia penal y la erradicación de la delincuencia organizada en las cárceles, así como en el fortalecimiento de la cooperación transfronteriza marítima y fluvial o la cooperación regional e internacional en general contra la delincuencia organizada transnacional.
La violenta irrupción del crimen organizado en el escenario nacional, desde inicios de 2021, ocasionó que el presidente Daniel Noboa decretase el 9 de enero el estado de conflicto armado interno, lo que permite la acción conjunta y la presencia en las calles de la policía y las Fuerzas Armadas en el control de la seguridad pública.
Ecuador está ubicado en medio de los dos grandes productores de cocaína del mundo, Colombia y Perú, lo que lo ha convertido en un centro de acopio y distribución del material que proviene especialmente desde la frontera norte y que sale por sus puertos hacia Centroamérica, Estados Unidos y Europa.
La canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld expresó que la nueva representación de la UNODC permitirá “alcanzar los objetivos nacionales en materia de seguridad y fortalecimiento del Estado de Derecho” y añadió que “estamos seguros de los resultados positivos que alcanzaremos”.
Esa representación tendrá personal en Quito y Guayaquil, esta última una de las ciudades más violentas del país.