LOS ÁNGELES (AP) —
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La policía identificó el sábado al hombre que supuestamente apuñaló a una doctora y dos enfermeras dentro de la sala de emergencias de un hospital del sur de California y permaneció dentro de una habitación durante horas antes de que la policía lo arrestara.
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Ashkan Amirsoleymani, de 35 años, ha sido fichado por tres cargos de intento de asesinato relacionados con el ataque del viernes, informó el Departamento de Policía de Los Ángeles en Twitter.
Está detenido con una fianza de tres millones de dólares. De momento se desconoce si cuenta con un abogado que pueda hablar en su nombre y la oficina del fiscal de distrito no respondió a un email preguntando si se habían presentado cargos.
La policía aún no ha revelado el motivo de Amirsoleymani y la oficial de policía de Los Ángeles, Rosario Cervantes, dijo que no había más información disponible el sábado.
Amirsoleymani ingresó al Centro Médico del Hospital Encino en el Valle de San Fernando poco antes de las 4:00 de la tarde del viernes, explicó la policía.
El sospechoso había estacionado su auto en el medio de una calle y entró en la sala de urgencias, donde pidió ser atendido por ansiedad antes de agredir al personal, señalaron las autoridades.
Las tres víctimas fueron trasladadas a un centro de traumatología en estado crítico, indicaron funcionarios de los bomberos. La policía dijo luego que una de las heridas tenía un pronóstico crítico y fue operada. Más tarde se reportó que las tres personas estaban estables en el centro médico del hospital Dignity Health Northridge.
La primera planta del centro de Encino y algunas oficinas próximas fueron evacuadas, afirmó la policía.
No había evidencia de que el hombre —que fue identificado posteriormente como Amirsoleymani— conociera a las víctimas, dijo el viernes el subjefe de policía de Los Ángeles, Alan Hamilton, en una conferencia de prensa.
El agresor permaneció dentro del centro médico unas dos horas al tiempo que miembros del comando policial de élite SWAT trataban, sin éxito, de negociar con él antes de su detención, de acuerdo con la policía.
Nadie más en el hospital resultó herido y otros pacientes pudieron ser atendidos, según Elizabeth Nikels, portavoz de Prime Healthcare, que dirige el hospital de Encino.
Amirsoleymani fue trasladado posteriormente a otro hospital para recibir tratamiento por lesiones autoinfligidas en los brazos, según las autoridades.
Hamilton revelo que tenía un largo historial criminal, incluyendo dos arrestos el año pasado por agresión a un oficial de policía y resistirse al arresto.
Parham Saadat, un higienista dental que trabaja cerca, comentó al diario Los Angeles Times que él y su compañero de trabajo cruzaron la calle corriendo para ayudar a las víctimas.
“Había sangre por todo el piso, sangre en las habitaciones, sangre en la camilla en que la médico estaba acostada”, dijo Saadat al periódico. “Era un baño de sangre”.
Saadat añadió que cerró la puerta de una sala de almacenamiento detrás del sospechoso para mantenerlo dentro y sólo se asustó cuando hicieron contacto visual.
“Simplemente volvió la cara con mucha calma y me miró a través de la ventana, luego volvió a girar la cabeza. Ninguna reacción”, dijo. “Ahí es donde me afectó”.
Benjamin Roman, un técnico de ultrasonido, contó a la televisora KNBC-TV que antes de los apuñalamientos vio al hombre, que estaba acompañado por un perro y podría estar drogado porque tenía aspecto ansioso y estaba empapado en sudor.
Después que el hospital emitió un código de “triaje interno”, Roman dijo que vio a una doctora y a una enfermera que habían sido apuñaladas.
“Parecía que la doctora tenía dolor”, señaló. “Había mucha sangre y parecía que... podría haberla herido en el abdomen”.
En un correo electrónico, Nickels dijo que el personal del hospital enfrentó la angustiosa situación con “increíble coraje, calma y dedicación”.
“Su enfoque se mantuvo en la seguridad del personal y los pacientes”, escribió.
El ataque se produjo apenas dos días después de que un hombre mató a tiros cuatro personas y luego se suicidó en un hospital de Tulsa, Oklahoma. El agresor entró sin problemas a un edificio del Hospital Saint Francis unas horas después de comprar un fusil tipo AR, señalaron las autoridades.
El agresor mató a su cirujano y a otras tres personas en un consultorio. Culpaba al médico del dolor que sufría tras una reciente operación de espalda.