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Burkina El líder de la junta se reúne con el expresidente derrocado para abordar "cuestiones de seguridad"

MADRID, 22 (EUROPA PRESS)

El líder de la junta militar de Burkina Faso, Paul-Henri Sandaogo Damiba, mantuvo el martes un encuentro con el expresidente Roch Marc Christian Kaboré, al que derrocó en un golpe de Estado en enero para abordar "cuestiones de seguridad" y el proceso de transición, en medio del aumento de los ataques por parte de grupos yihadistas.

El encuentro, en el que también participó el expresidente Jean-Baptiste Ouédraogo, abordó además "otros asuntos de interés nacional", según ha desvelado la Dirección de Comunicación de la Presidencia burkinesa en un comunicado publicado en su página en la red social Facebook, sin dar más detalles.

"El encuentro entre estas tres personalidades es testigo de la voluntad de reconciliación del jefe de Estado, para un Burkina Faso unido, decidido y solidario en la lucha contra la hidra terrorista", ha destacado, antes de incidir en que es también "una materialización del llamamiento a la unidad nacional y la cohesión social" lanzado por el propio Damiba.

En este sentido, ha apuntado que "la audiencia es el inicio de una serie de acciones pergreñadas por el jefe de Estado para rebajar las tensiones en torno a la situación política y favorecer la participación de todas las hijas e hijos de Burkina Faso en los trabajos de refundación nacional".

El encuentro tuvo lugar horas después de que las autoridades de Burkina Faso anunciaran la creación de una 'brigada de defensa patriótica' que unirá a todos los 'voluntarios' reclutados para combatir el terrorismo, así como la creación de dos "zonas de interés militar" en el norte y el este del país.

Así, la zona en el este del país cubre las provincias de Tapoa, Kompienga, Komondjari y Gourma, mientras que la del norte abarca la provincia de Soum. "Toda presencia o actividad humana queda prohibida en estas zonas, a riesgo de exponerse a los efectos de las operaciones militares que serán llevadas a cabo", advirtieron las autoridades.

En este sentido, la Presidencia burkinesa indicó en un comunicado tras la reunión del Consejo Superior de Defensa Nacional que "se dará un plazo a las poblaciones residentes (en estas zonas especiales) para que se trasladen a otras zonas más seguras".

Burkina Faso, liderado por una junta militar desde el citado golpe, ha experimentado en términos generales un aumento significativo de la inseguridad desde el año 2015, lo que ha provocado una oleada de desplazados internos y refugiados hacia otros países de la región.

Los ataques, obra tanto de la filial de Al Qaeda como de la de Estado Islámico en la región, han contribuido también a incrementar la violencia intercomunitaria y ha hecho que florezcan los grupos de autodefensa, a los que el Gobierno burkinés ha sumado a 'voluntarios' para que ayuden en la lucha antiterrorista.

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