WIMBLEDON, Inglaterra (AP) — Igual que tantos otros deportes, el tenis tiene técnicos bien conocidos. A diferencia de esos deportes, no siempre se les permite dar instrucciones a sus dirigidos.
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Novak Dokovic no podrá recibir instrucción alguna de Goran Ivanisevic en la Cancha Central de Wimbledon en las semifinales del viernes. Nadie puede comunicarse con su técnico durante los partidos, ni Simona Halep con Patrick Mouratoglou, ni Andy Murray con Iván Lendl, ni Rafael Nadal con Carlos Moyá ni ninguno de los tenistas que siguen en carrera.
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Si bien la WTA, que maneja la rama femenina, ensayó algunas formas de comunicación en las última década — por ejemplo, permitiendo conversaciones cara a cara durante los intercambios — la ATP, que dirige la masculina, no dio paso alguno en esa dirección, con excepción de un breve experimento en los años 90.
Dar indicaciones durante los torneos de Grand Slam estuvo totalmente prohibido. Hasta ahora.
Cuando termine el torneo de Wimbledon el domingo, la ATP seguirá los pasos de la WTA y experimentará el resto del año con una serie de pruebas que contemplan contactos entre los jugadores dentro de la cancha y sus técnicos en las tribunas.
Esto quiere decir que los técnicos podrán comunicarse con sus dirigidos en el último torneo grande de 2022, el US Open, que empieza el 29 de agosto en Nueva York.
“Es interesante para los técnicos, porque, de repente, todo lo que se habló antes de los partidos podrá ser analizado durante los encuentros. Se pueden modificar cosas. Si algo no funciona, se puede apelar al Plan B o al Plan C”, dijo Brad Gilbert, un exjugador que llegó a ser el número cuatro del mundo y que ha dirigido a Andre Agassi, Andy Roddick y otros.
“Las innovaciones son buenas”, agregó Gilbert, quien está en Wimbledon comentando partidos para ESPN. “Antes de decir que algo no funciona, hay que ensayarlo”.
El anuncio de la ATP de que probaría darle espacio a los técnicos durante los partidos generó un debate. Algunos dicen que va a aumentar el interés en el deporte, mientras que otros opinan que va en contra de la esencia del tenis, el enfrentamiento directo de un jugador contra otro.
Djokovic y Casper Ruud, finalista del Abierto de Francia, dicen que les ven mérito a ambas posturas.
“Admiro (a la ATP) por ensayar algo nuevo”, expresó Ruud, un noruego de 23 años que es dirigido por su padre, el extenista profesional Christian Ruud. “Al mismo tiempo, uno de los atractivos de nuestro deporte es que tenemos que decidir la estrategia y todo lo demás nosotros mismos”
Un momento clave en el debate sobre los técnicos en el tenis se produjo durante la final femenina del US Open de 2018 entre Serena Williams y Naomi Osaka, cuando el árbitro vio a Mouratoglou, quien dirigía a Williams, darle indicaciones a su jugadora con las manos desde su asiento. Mouratoglou admitió que lo hizo.
Hay jugadores como el estadounidense Tommy Paul que dicen que abundan las orientaciones que van contra las reglas en el tenis.
“Sería un error si no lo estuviesen haciendo ya”, dijo Paul, quien llegó a la cuarta ronda en su debut en el All England Club de Wimbledon. “No quiero que haya técnicos. Así no se debe jugar este deporte. Pero lo hacen tanto que es ya algo normal”.
Stan Wawrinka, quien ganó tres torneos grandes, dijo que “no es nada nuevo. Es simplemente algo que ahora va a estar permitido”.
Otros plantean que se pueden generar situaciones de desigualdad cuando un jugador no tiene técnico. ¿Queda en desventaja?
“Hay jugadores que no pueden pagar un técnico. Que viajan tal vez con un amigo o un hermano”, dijo Frances Tifoe, un estadounidense que figura 28vo en el mundo y que llegó a la cuarta ronda también en Wimbledon. “Y están los tipos que le pagan 5.000 dólares por semana a alguien que sabe todo lo que hay que saber sobre todo”.
Jessica Pegula, novena en el mundo que llegó dos veces a los cuartos de final de un torneo grande, ya probó la ayuda de un técnico durante los partidos y sospecha que no tendrá mucho impacto en el tenis masculino.
“Algunos piensan que va a ser algo revolucionario, que va a cambiar los partidos. Yo no lo creo. No puedes planificar jugadas. No hay jugadas fijas. No es como el fútbol (americano) o el básquetbol”, manifestó. “Y algunos jugadores seguramente no querrán tener nada que ver con eso. Van a decir, ‘¡deja de hablarme!’.
Las reglas de los Grand Slam prohíben explícitamente las indicaciones de los técnicos. “Los jugadores no podrán recibir orientaciones durante un encuentro (ni siquiera en los calentamientos). Las comunicaciones de cualquier tipo, audibles o visibles, entre jugador y técnico serán consideradas una indicación”, dice el libro de reglas.
Hasta el martes, tres mujeres habían sido multadas por recibir instrucciones de sus técnicos en Wimbledon, incluida una de 3.500 dólares para la campeona de 2016 Garbiñe Muguruza y otra de 4.500 para Lesia Tsurenko.
Las nuevas orientaciones de la ATP estipulan que los técnicos se sentarán en áreas asignadas y podrán hablar con los jugadores solo cuando están en el mismo extremo de la cancha. Se permitirán señales con las manos. Los contactos estarán permitidos siempre y cuando no interrumpan el juego y no distraigan al rival. Las charlas se limitarán a “unas pocas palabras o frases cortas”.