BOGOTÁ (AP) — El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, dejó el viernes en manos de Cuba la decisión de mantenerse como anfitrión de los diálogos de paz con la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) que espera reanudar luego de su asunción el 7 de agosto.
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La suspensión de la mesa de negociación por parte de Colombia, en cabeza del presidente saliente Iván Duque en 2019, tensó las relaciones diplomáticas con Cuba por el cumplimiento de los protocolos firmados entre el Estado colombiano y los países garantes, que contemplaba que en caso de rompimiento la comandancia guerrillera tendría unos días para volver a sus campamentos.
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Duque pidió a Cuba extraditarlos para que cumplieran con sus deudas con la justicia colombiana, pero Cuba no cedió salvaguardándose en los protocolos. En Colombia Duque continuó combatiendo a la guerrilla y exigiendo el cese de actos terroristas y la liberación de los secuestrados como requisito para volver a la mesa de negociación. La causa del quiebre de los diálogos fue un ataque del ELN a una escuela policial en Bogotá en el que murieron 22 personas.
“A Cuba no le fue tan bien, porque lo convirtieron en la excusa para una ofensiva diplomática en ese país”, dijo Petro a la prensa tras reunirse en Bogotá con embajadores de América Latina y el Caribe, entre los que se encontraba el representante diplomático de Cuba, Javier Caamaño Cairo.
Petro, próximo a convertirse en el primer presidente de izquierda en Colombia, señaló que ese mismo protocolo permite que las negociaciones se reanuden en La Habana y extendió la invitación a otros países garantes como Noruega a decidir si mantienen su rol. También indicó que sabe de la disposición de otros países para ayudar en el proceso de paz como España y Chile.
La víspera, Chile se ofreció como sede para las negociaciones de paz. Sin embargo, Petro aseguró que aún no han avanzado formalmente en la propuesta que le hizo el presidente chileno Gabriel Boric a la vicepresidenta electa de Colombia, Francia Márquez, durante una visita a su país.
Petro abogó por una mayor integración regional luego de reunirse con los embajadores, asegurando que pueden trabajar de manera coordinada en buscar la paz, combatir el cambio climático, el narcotráfico y dar un salto hacia las energías limpias.