MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
El departamento de Nariño, en el suroeste del país, acumula 17 homicidios de activistas entre enero y julio, frente a los doce de Antioquia y los once de Putumayo.
Recomendados
Respuesta de Chicago a aumento de migrantes aviva antiguas frustraciones entre habitantes negros
La OTAN dice que algunos aliados tienen sistemas antiaéreos que podrían darle a Ucrania
Bilbao y Granada igualan y quedan insatisfechos en La Liga
Por sectores, los líderes comunales son las principales víctimas de este repunte de la violencia, con al menos 33 fallecidos, mientras que también se han registrado 27 muertes de activistas indígenas y 25 de defensores comunitarios.
El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, ha advertido en un comunicado de que este tipo de crímenes "representan una grave afectación en contra de las comunidades y la democracia", ya que las víctimas "son los representantes de las peticiones, necesidades y la voz de las personas más vulnerables".
Por este motivo, ha instado a que el Estado dote a los líderes sociales de "las garantías necesarias" para que puedan llevar a cabo su labor. "Debemos mantener la guardia arriba para que el Estado les garantice la protección, su seguridad y la de sus familias y que puedan realizar con tranquilidad su labor en defensa de las comunidades", ha enfatizado.