El jefe policial del fallido operativo de seguridad durante el partido de la liga argentina entre Gimnasia La Plata y Boca Juniors, fue removido un día después de los hechos violentos entre policías y aficionados locales la noche de este jueves 6 de octubre, los cuales dejaron un muerto y decenas de personas afectadas por gases lacrimógenos.
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El encuentro correspondiente a la jornada 23 del campeonato argentino fue suspendido a los nueve minutos por falta de garantías, cuando la policía de la provincia de Buenos Aires lanzó gases lacrimógenos y balas de goma a los fanáticos del Gimnasia que pugnaban por ingresar a un estadio ya repleto.
Una nube de gases lacrimógenos se esparció sobre el estadio. Los futbolistas huyeron a los vestuarios, pero los hinchas con dificultades para respirar quedaron retenidos en las tribunas debido a que la policía mantenía bloqueados los accesos. Muchos de ellos saltaron a la cancha.
Un día después de los trágicos sucesos, el gobierno de la provincia de Buenos Aires separó de la policía al jefe del operativo de seguridad, Juan Gorbarán.
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“Es inadmisible que anoche miles de platenses hayan tenido que vivir lo que vivieron y más aún, que se produjera el lamentable hecho en el que César Regueiro perdiera la vida en el marco del encuentro”, expresó este viernes el gobierno de Buenos Aires en un comunicado.
En Argentina, la policía de cada distrito tiene a su cargo el operativo de seguridad de los partidos de futbol y los clubes deben abonar un adicional a los miembros de la fuerza que participan.
También fue desplazado el policía que disparó tres balas de goma contra un camarógrafo de la cadena deportiva TyC Sports, quien filmó el momento exacto en que fue agredido.
Las autoridades locales apuntaron contra la dirigencia de Gimnasia por una supuesta sobreventa de entradas dada la expectativa que generaba el encuentro entre dos equipos que pelean por el título. Ello habría provocado que muchos fanáticos con su entrada se quedaran afuera y trataran de ingresar por la fuerza.
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“Mientras la justicia investiga si las condiciones de ingreso al estadio pudieron estar alteradas por una sobreventa de entradas, es evidente que el operativo realizado no fue capaz de brindar seguridad a quienes asistieron”, reconoció la gobernación bonaerense.
A menos de una semana de que el uso de gases lacrimógenos desató una estampida que dejó 131 muertos en el futbol de Indonesia, se presentaron en el estadio Juan Carmelo Zerillo de La Plata algunas escenas que recordaron esa tragedia, con muchos espectadores que invadieron la cancha visiblemente afectados por los gases.
“A mi hermano lo mató la represión policial”, dijo a los periodistas Óscar Regueiro, hermano del hincha fallecido. “Que den gracias a Dios que sólo murió mi hermano, pudo ser una tragedia mayor”.
Según el parte oficial, Regueiro falleció “producto de una muerte súbita y paro cardiorrespiratorio no traumático”. Pese a las maniobras de reanimación, llegó al hospital sin vida.
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En un comunicado, CONMEBOL hizo llegar sus condolencias a la familia del aficionado muerto y ratificó “su firme compromiso con un fútbol libre de toda forma de violencia”.
En tanto que los ocho heridos que fueron hospitalizadas, uno permanecía internado con una herida en el maxilar.
La liga profesional de futbol argentino todavía no ha resuelto si el partido suspendido se reanudará. Se da por descontado que Gimnasia recibirá una sanción si se comprueba que vendió más entradas que la capacidad del estadio.
Con un partido menos, Boca Juniors es escolta a dos puntos del líder Atlético Tucumán (44). Gimnasia, que nunca ha salido campeón de la liga local, suma 37 unidades.
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