MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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De este modo, el tipo de interés de referencia en Rusia se mantiene sin cambios desde el pasado mes de septiembre y en línea con el nivel registrado hace un año.
En su análisis, la entidad presidida por Elvira Nabiullina advierte de que, si bien las presiones inflacionarias son moderadas actualmente, se ha detectado una ligera aceleración en el incremento de los precios y las expectativas de inflación de los hogares y empresas son altas.
En el mes de noviembre, la tasa de inflación fue del 12%, por debajo del 12,6% de octubre, aunque el Banco de Rusia señala que a mediados de diciembre la inflación anual rondaba el 12,7%.
A pesar de este repunte, el Banco de Rusia mantiene su proyección de que, dada la postura de la política monetaria, la inflación anual disminuirá a entre el 5% y el 7% en 202, para volver al 4% en 2024.
Por otro lado, la entidad advierte de que el entorno externo de la economía rusa sigue siendo desafiante y "limita significativamente la actividad económica" debido, particularmente, a los problemas logísticos que aún existen en muchas industrias, a pesar de lo que los indicadores sugieren cierto crecimiento en la actividad empresarial durante el cuarto trimestre.
"En la actualidad, la capacidad de expandir la producción en la economía rusa está limitada en gran medida por las condiciones del mercado laboral", señala el Banco de Rusia, en referencia a la bajada hasta mínimos históricos del paro en el país.
"La escasez de mano de obra está aumentando en muchos sectores en medio de los efectos de la movilización parcial", advierte la institución, añadiendo que, en estas condiciones, se está acelerando el crecimiento de los salarios reales y podría superar el crecimiento de la productividad.
Finalmente, recordando que la relajación fiscal adicional anunciada por el Gobierno servirá para apoyar la actividad económica en 2023, la entidad expone que los movimientos de la economía y la inflación "dependen en gran medida de las decisiones de política fiscal" y advierte de que en el caso una mayor expansión del déficit presupuestario, "es posible que se requiera una política monetaria más estricta" para devolver la inflación al objetivo en 2024 y mantenerla cerca del 4% más adelante.