MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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El régimen ha acordado que el actual estado de emergencia siga en vigor al menos seis meses más, lo que abre la puerta a mantener una represión que se hizo especialmente patente en las semanas posteriores a la asonada contra el Gobierno de Aung San Suu Kyi.
En estos dos años, unas 2.940 personas han perdido la vida víctimas de esta represión, según Asociación de Asistencia a los Presos Políticos (AAPP), una ONG que actualiza de forma diaria los datos sobre los abusos de las autoridades. La organización estima que más de 13.700 personas siguen detenidas por oponerse a la junta.
Las autoridades castigan cualquier tipo de disidencia, pero la oposición había convocado para este miércoles una huelga silenciada que, según el portal The Irrawaddy, ha derivado en el cierre de algunos negocios en grandes ciudades como Rangún. Se trata de la cuarta protesta de este tipo desde el golpe y de la primera desde en el último año.
Detractores del actual Gobierno birmano también han promovido manifestaciones en capitales de países cercanos, como Tailandia, donde se han coreado consignas en contra de la junta y a favor de Suu Kyi, que acumula varias condenas y permanece detenida.
Por otra parte, se han convocado manifestaciones de apoyo al régimen en varias ciudades de Birmania, informa el mismo portal, que no da cifras sobre el seguimiento de las iniciativas a favor o en contra de la junta.