MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
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Los militares israelíes han lanzado esta operación a primera hora de esta mañana en busca de los responsables de un ataque palestino contra un restaurante israelí a las afueras de Jericó. El ataque no dejó víctimas pero el Ejército israelí determinó que el atacante se había refugiado en el campamento y posiblemente estaba rodeado de cómplices.
Los testigos de la agencia oficial de noticias palestina Wafa han denunciado que el Ejército empleó munición real, granadas de conmoción y gases lacrimógenos, antes de que las propias fuerzas israelíes confirmaran el uso de misiles guiados antitanque contra un edificio donde estaban atrincherados los supuestos asaltantes, según un comunicado recogido por el 'Yedioth Aharonoth'.
El Ejército, denuncian también los palestinos, ha dejado a decenas de personas a la intemperie bajo la lluvia torrencial que caía durante la operación. También acusan a los militares de obstaculizar la entrada de los servicios médicos al campamento.
Seis de los heridos, según el Ministerio de Salud palestino, han recibido disparos israelíes de arma de fuego y fueron ingresados en un primer momento en un hospital de Jericó, a cuyas afueras se encuentra el campamento. Poco después, tres de ellos fueron trasladados a un centro médico de Ramala para recibir cuidados más específicos.
El herido grave ha recibido un disparo en el pecho y otro en el estómago. Los otros cinco presentan heridas de bala en las extremidades.
Fuentes de seguridad palestinas han informado a la agencia de noticias Wafa que el Ejército israelí ha decidido mantener su asedio sobre el campamento a pesar de esta incursión a través de retenes militares, y están restringiendo el movimiento de vehículos de los ciudadanos y controlando la identidad de sus pasajeros, como parte de una política de "castigo colectivo".