MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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"No soy sospecho de nada, vengo aquí a ayudar, es mi momento y voy a tratar de aprovecharlo. No estoy pensando en lo que va a pasar en junio ni en abril. No tengo necesidad de hipotecar al club, quería tener la oportunidad de entrenar al Valencia. En este momento, el Valencia necesita una persona que tenga mi perfil, hay que serenar a los jugadores, con nervios y angustias no vamos a sacar lo mejor del equipo", analizó Baraja durante su presentación.
El de Valladolid reiteró que viene "con ganas de demostrar" que puede "hacer las cosas bien". "La prioridad ahora mismo es el equipo, hay muchas cosas por solucionar, pero se escapan de mi control. Me gustaría que la gente no hiciera manifestaciones en este momento, el equipo necesita a la afición, aunque entiendo que lo hagan", expresó sobre la situación convulsa que vive la entidad y los choques entre afición y directiva.
"Por fin ha llegado la oportunidad que estaba esperando para ser entrenador del Valencia, no me planteé nada más. Hablar de cosas que no nos van a ayudar no es positivo, eso es algo secundario. No me siento con la autoridad de pedirle nada a la gente, pero necesitamos a la afición. Me siento capacitado y con confianza para darle la vuelta a la situación", agregó.
Baraja insistió en el apoyo necesario de la afición, y subrayó que él es "un valencianista más". "He disfrutado los momentos buenos, y me gustaría que mis jugadores sintieran lo que yo sentí cuando fui jugador del Valencia, que es algo único. Quiero que apoyen al Valencia, pero ellos son los que tienen que mostrar ese carió y apoyo en el momento en el que estamos. Quiero jugarme este reto con Mestalla detrás", pidió.
"Entrenar al Valencia es el sueño de mi vida, era el hito máximo que me puse cuando me propuse empezar a entrenar. Es un día feliz y un gran honor volver a casa, a pesar del momento", confesó un Baraja que reveló también que no ha hablado con el dueño de la entidad, Peter Lim, aunque es algo que no le "preocupa".
El nuevo técnico indicó que la base para "dar el máximo" es ponerse "objetivos a corto plazo" y "tratar de ser competitivos lo más pronto posible", y "asumir" la "realidad" actual. "Y ese mensaje de realidad les tengo que mandar a los jugadores. Por otro lado, un mensaje de confianza, tienen que sentir que con trabajo el equipo va a demostrar que no está en la posición en la que tiene que estar. Para eso necesitamos trabajar, hacerles creer en una idea, y crear una identidad", analizó.
"El Valencia debe tener la entidad suficiente para salir de esta situación. Hay un grupo que tiene la intención de creer y crecer, es un grupo joven y eso me motiva mucho. Creo en las posibilidades de mejora", aseguró Baraja, que lamentó la "dinámica negativa" en la que está inmerso el equipo y que "a veces" se convierte en "una espiral incontrolable".
La solución pasa por "hacer muchas cosas bien" y reencontrarse con la victoria, además de "encontrar un equilibrio". "Lógicamente no es magia, hay que trabajar muchísimo. Pero sí es vital transmitir un mensaje de exigencia, estamos en el Valencia. Queremos ser un equipo competitivo, con energía, hambre, un equipo completo, compacto", afirmó, antes de mostrarse "abierto" a el sistema que más se adapte a la plantilla actual.
"Mi sello característico ha sido el 4-4-2, pero estoy abierto a otras situaciones. Hay que conseguir que el Valencia sea competitivo. Eso es lo que me obsesiona, y una de las claves es acertar", apuntó. "Es un privilegio (entrenar al Valencia), no tengo miedo. Siempre hay que ver la historia positiva, el vértigo o el miedo por entrenar y hacer lo que te gusta... Yo quiero disfrutar, cuando entras en pánico te paralizas, la situación requiere carácter", repitió.
Baraja puso en valor la decisión "valiente" del club apostando por su llegada, reconociendo que "conlleva un riesgo" que asume. "Me hubiera gustado llegar en otro momento, pero no me va a restar energía, voy a dejar el máximo", concluyó.