Una funcionaria estadounidense criticó duramente a Rusia por suspender su participación en un acuerdo para limitar las armas nucleares, pero aun así afirmó que Washington seguirá trabajando con Moscú para seguir implementándolo.
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El presidente ruso Vladimir Putin anunció la semana pasada que Rusia suspendería su participación en el tratado New START, según el cual Rusia y Estados Unidos deben mantener una comunicación regular sobre el estatus de sus arsenales, mantener inspecciones y acatar los topes para municiones desplegadas y no desplegadas.
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“Rusia nuevamente le demuestra al mundo que no es una potencia nuclear responsable”, indicó Bonnie Jenkins, la subsecretaria de Estado encargada de control de armas, en una sesión de la Conferencia sobre Desarme, un foro internacional afiliado a la ONU.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que el país seguirá respetando los límites a las armas nucleares y seguirá notificándole a EU sobre pruebas de lanzamientos de misiles balísticos.
Las inspecciones se pausaron en 2020 debido a la pandemia. Se iban a realizar discusiones para reanudarlas en noviembre del año pasado, pero Moscú canceló los encuentros.
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Jenkins dijo a reporteros que Estados Unidos no ha hecho un análisis completo de las repercusiones de la decisión rusa, pero “no estamos viendo evidencia alguna de que Rusia esté violando el acuerdo”.
“Seguimos dispuestos a trabajar positivamente con Rusia para implementar totalmente el acuerdo New START, en base a los mejores intereses de ambas partes”, añadió la funcionaria.
El anuncio de Putin sobre la suspensión del acuerdo surgió justo antes del primer aniversario del envío de tropas rusas a Ucrania. El líder ruso calificó el conflicto como una campaña necesaria para luchar contra supuestos designios occidentales para debilitar a Rusia y advirtió sobre la creciente amenaza de una guerra nuclear.