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El Vaticano repudia la doctrina colonial del descubrimiento

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El Vaticano respondió el jueves a las demandas indígenas y repudió oficialmente la doctrina del descubrimiento, las teorías respaldadas por bulas papales del siglo XV que legitimaron la apropiación de tierras indígenas en la era colonial y fueron la base de algunas leyes actuales de propiedad.

Las bulas o decretos papales del siglo XV “no reflejaban adecuadamente la igualdad de dignidad y derechos de los pueblos indígenas” y nunca han sido considerados expresiones de la fe católica, indicó un comunicado del Vaticano.

La declaración, de las oficinas de desarrollo y educación del Vaticano, significó un reconocimiento histórico de la complicidad del Vaticano en los abusos cometidos por las potencias europeas en la época colonial. Fue emitida bajo el primer papa latinoamericano de la historia, que fue hospitalizado con una infección respiratoria, exactamente un año después de la reunión de Francisco con líderes indígenas canadienses en el Vaticano.

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El jueves, estos líderes festejaron la declaración como un buen primer paso inicial, aunque no habló de revocar las bulas y siguió absteniéndose de reconocer la culpa del Vaticano en los abusos. Los documentos, señaló la declaración, fueron “manipulados” con fines políticos por las potencias coloniales “para justificar actos inmorales contra pueblos indígenas que se realizaron, en ocasiones, sin oposición de las autoridades eclesiásticas”.

Dijo que era correcto “reconocer estos errores”, reconocer las consecuencias terribles de las políticas de asimilación de la era colonial para los pueblos indígenas y pedir su perdón.

El comunicado respondía a décadas de reclamos indígenas de que el Vaticano rescindiera oficialmente las bulas papales que proporcionaron a los reinos de España y Portugal el respaldo religioso para expandir sus territorios en África y América con el pretexto de expandir la cristiandad.

Esos decretos respaldan la doctrina de descubrimiento, un concepto legal acuñado en un decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en 1823 que se interpreta como que la propiedad y soberanía de las tierras pasó a los europeos porque ellos las “descubrieron”.

El principio se citó de forma más reciente en una decisión de 2005 de la Corte Suprema que afectaba a la Nación Indígena Oneida, redactada por la difunta jueza Ruth Bader Ginsburg.

Durante la visita del papa Francisco a Canadá en 2022, en la que se disculpó con los pueblos indígenas por un sistema de internados que sacaba de forma forzosa a los niños nativos de sus hogares, encontró reclamaciones de que la Iglesia repudiara formalmente las bulas papales.

El 29 de julio, dos mujeres indígenas desplegaron una pancarta en el altar del Santuario Nacional de Santa Ana de Beaupré con las palabras “Rescindan la doctrina” en grandes letras rojas y negras. Las manifestantes fueron escoltadas fuera del lugar y la misa siguió adelante sin incidentes, aunque las mujeres más tarde llevaron la pancarta fuera de la basílica y la colgaron de una barandilla.

Previamente, Michelle Schenandoah, de la nación Oneida, había pedido al Vaticano que revocara las bulas papales cuando realizó el discurso de cierre de la delegación de Primeras Naciones que se reunió con Francisco durante la visita de una semana de grupos nativos canadienses el año pasado. El jueves, dijo que la declaración del Vaticano era “un paso más en la dirección correcta”, aunque no mencionaba la revocación de las bulas.

“Creo que esto realmente coloca la responsabilidad sobre Estados nacionales como Estados Unidos, al ver cómo usa la Doctrina del Descubrimiento”, dijo en una entrevista desde Syracuse, Nueva York, donde es profesora de derecho indígena en la Facultad de Derecho de la Universidad de Syracuse.

En la declaración, el Vaticano dijo que “la Iglesia Católica, por lo tanto, repudia esos conceptos que no reconocen los derechos humanos inherentes de los pueblos indígenas, incluido el (concepto) legal y político que se conoce como la ‘doctrina del descubrimiento’”.

Phil Fontaine, un exjefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones de Canadá e integrante de la delegación de Primeras Naciones que se reunió con Francisco en el Vaticano, dijo que la declaración era “maravillosa”, resolvía un asunto pendiente y que ahora corresponde a las autoridades civiles revisar las leyes de propiedad que citan la doctrina.

“La iglesia ha hecho una cosa, como dijo que haría, por el Santo Padre. Ahora la pelota está en el campo de los gobiernos, Estados Unidos y Canadá, pero sobre todo en Estados Unidos, donde la doctrina está incorporada a la ley”, dijo a la Associated Press.

El Vaticano no ofreció pruebas de que las tres bulas papales del siglo XV (Dum Diversas en 1452, Romanus Pontifex en 1455 e Inter Caetera en 1493) hubieran sido rechazadas, rescindidas o abolidas de forma oficial, como han dicho a menudo funcionarios de la Santa Sede. Sin embargo, citó una bula posterior, Sublimis Deus, de 1537, que reafirmó que los pueblos indígenas no debían verse privados de su libertad o de la posesión de su propiedad, y no debían ser esclavizados.

El cardenal Michael Czerny, el jesuita canadiense cuya oficina fue coautora de la declaración, destacó que las bulas habían sido revocadas hace mucho y que el uso del término “doctrina” —que en este caso es un término legal, no religioso— había provocado confusión durante siglos acerca del papel de la Iglesia.

A las bulas originales, dijo, “se las trata como si fueran documentos de enseñanza, magisterio o doctrinales, y son una medida política del momento. Y creo que repudiar solemnemente una medida política del momento es generar más confusión que claridad”.

Destacó que el objetivo de la declaración no era solo dejar las cosas históricas claras, sino “descubrir, identificar, analizar y tratar de superar lo que solo cabe llamar los efectos perdurables del colonialismo hoy”.

Resultaba significativo que el rechazo de la doctrina de descubrimiento se produjera durante el mandato del primer papa latinoamericano de la historia. Francisco, que es argentino, ya se había disculpado antes del viaje a Canadá con indígenas en Bolivia en 2015 por los crímenes de la conquista colonial del continente americano. La decisión del jueves se comunicó mientras el papa estaba ingresado en un hospital por una infección respiratoria.

Felix Hoehn, profssor de derecho administrativo y de propiedad en la Universidad de Saskatchewan, dijo que la declaración del Vaticano no tendría valor legal para los reclamos de tierras en Canadá, pero sí valor simbólico.

“Lo más que puede hacer un repudio papal de la doctrina (o de las bulas en sí) en relación con el derecho canadiense es presionar a la Corte Suprema de Canadá para que renuncie a la doctrina como parte del derecho canadiense”, precisó.

Más allá de eso, está la esperanza de que la declaración demuestre que la Iglesia Católica quiere ser aliada de los pueblos indígenas en su lucha por sus derechos humanos y su tierra, y protegerla, dijo el padre David McCallum, un jesuita estadounidense que ha trabajado con pueblos indígenas en la zona de Syracuse y fue consultado para la elaboración del documento.

“Ahora, que la iglesia no solo reconozca los daños, sino también repudie toda la mentalidad de la superioridad cultural, de la superioridad racial, que en cierto sentido renuncie a toda esa manera de pensar y diga que en lo sucesivo quiere ser una aliada activa en la protección de los derechos humanos indígenas junto con todos los derechos humanos, creo que es una gran declaración”, afirmó. ___ Rob Gillies contribuyó a este despacho desde Toronto.

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