QUITO (AP) — El mandatario ecuatoriano, Guillermo Lasso, recibió al presidente electo, Daniel Noboa, para iniciar el proceso de transición de poderes, en la que le felicitó por el triunfo electoral y le ofreció “toda la información necesaria" para que pueda tomar cuanto antes el control del Estado.
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“Este es un proyecto político joven, renovador, un proyecto que se enfoca en los más desatendidos”, dijo Noboa, quien destacó el periodo de transición ordenada y con cooperación real “por el bien de los ecuatorianos”.
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Los dos políticos, junto a sus respectivos equipos, se reunieron al menos por una hora y media en el palacio presidencial de Carondelet antes de ofrecer declaraciones públicas.
Lasso le expresó sus felicitaciones por “un nítido triunfo y una campaña muy alegre y en paz" y señaló que "mereces haber ganado”.
El presidente electo llegó a la sede del gobierno en el centro histórico de Quito, donde fue recibido con alfombra roja y una calle de honor de la guardia presidencial. Antes de ingresar al edificio, se acercó a un balcón para saludar a una multitud que lo vitoreaba y que estaba reunida en la adyacente Plaza de la Independencia.
Noboa ganó el balotaje del domingo ante la izquierdista Luis González, de la Revolución Ciudadana de Rafael Correa, y asumirá el poder en una fecha por definir en la primera quincena de diciembre.
El próximo presidente, de 35 años, la edad mínima para postularse a ese cargo, no tiene mayor experiencia política ni en el manejo del Estado y debe afrontar retos urgentes como solucionar la exponencial violencia ligada al narcotráfico y bandas criminales, que mantienen en jaque a la economía y a la sociedad.
Horas antes, el ministro del Interior Juan Zapata, anunció que empezó a funcionar una línea telefónica para recibir información —bajo recompensa— sobre bandas y líderes criminales. La iniciativa cuenta con un monto de seis millones de dólares que fueron financiados por Estados Unidos.
De ese total, cinco millones, serán entregados por información para localizar a los autores del asesinato a balazos del candidato presidencial Fernando Villavicencio el 9 de agosto en el norte de Quito. Trece personas, acusadas de autores materiales, fueron detenidas en torno al caso, pero siete de ellas fueron asesinadas hace poco en prisión.
Noboa es heredero de la fortuna de un emporio que incluye el negocio de las bananas y se coló inesperadamente en la segunda vuelta presidencial.
Ganó en su primer intento, en unos comicios con más del 82% de participación, en los que cosechó el respaldo de las provincias de la cordillera andina ecuatoriana y de buena parte de la Amazonía. Se define como un defensor de la libertad de empresa y con vocación de servicio social.
Otro de los grandes retos de Noboa será lidiar con una Asamblea en donde el partido Revolución Ciudadana, de González, con 52 escaños, es la primera fuerza política sin que le alcance para llegar a ser mayoría. La segunda fuerza es la del candidato asesinado Villavicencio con 29 puestos.
El partido del nuevo mandatario, Acción Democrática Nacional, tendrá 13 asambleístas, de un total de 137.
El gobierno de Lasso fue virtualmente bloqueado por una Asamblea opositora, que incluso lo llevó a juicio político buscando su destitución. El mandatario disolvió el Legislativo para evitar la votación, acortando su propio mandato, lo que dio paso a las nuevas elecciones presidenciales.
Noboa tiene apenas 18 meses de gobierno —el periodo que falta para completar el mandato del presidente saliente—, para tratar de enderezar el país. Entre sus propuestas de campaña está aplicar mano dura contra el crimen organizada, militarizar los puertos, aeropuertos y las principales vías de Ecuador y retomar el control en las cárceles del país.