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Dante Spinetta: “Mesa dulce” es un álbum que cambia mi historia

ARCHIVO - Dante Spinetta de Illya Kuryaki and the Valderramas durante su presentación en Cumbre Tajín 2014 en Papantla, México, el 22 de marzo de 2014. Spinetta está nominado a mejor álbum de música alternativa por "Mesa dulce" y mejor canción alte AP (Felix Marquez/AP)

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CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La vida de Dante Spinetta dio giros importantes durante la creación de “Mesa dulce”, su más reciente disco por el que está nominado al Latin Grammy en la categoría de mejor álbum de música alternativa y mejor canción alternativa.

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“Es un punto que cambia mi historia, porque cambió mi energía frente al mundo también, han pasado muchas cosas en el camino”, dijo en una entrevista reciente por videollamada desde Buenos Aires, antes de su viaje a Sevilla, España, para los Latin Grammy que serán entregados el 16 de noviembre. “Este disco pasa a ser como una manifestación de sentir este cambio”.

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Spinetta había comenzado el diseño sonoro del álbum cuando surgió la pandemia de coronavirus. Aprovechó el confinamiento estricto en Argentina para grabar las maquetas y componer todo. Pero en 2021 tuvo que parar su trabajo en la producción.

“En el camino de la pandemia, mi mamá se enfermó de una enfermedad terminal que no era COVID, que no me gusta ni nombrarla, porque me da bronca, y terminé perdiendo a mi madre”, dijo Spinetta, quien casi una década antes había pasado por la muerte de su padre, el músico argentino Luis Alberto Spinetta.

Su madre, Patricia Beatriz Salazar, tuvo a Dante y a sus hermanos Catarina, Valentino y Vera con Spinetta, con quien estuvo unida de 1970 a 1995. Spinetta no especificó la enfermedad que padeció su madre.

Cuando retomó “Mesa dulce”, lo hizo con una sensación de agradecimiento: “Gracias por la mamá que tuve, gracias por el padre que tuve”.

Y con la convicción de dar lo mejor de sí ante la posibilidad que le planteaba la vida. A su madre le dedica la canción “Primer amor” incluida en el álbum.

“Las madres son nuestro primer amor, ya desde que estamos en la panza generamos ese vínculo tan especial que es único”, dijo.

Cuando ya tenía las composiciones y las maquetas listas, convocó a los músicos que suelen acompañarlo de gira. Se entienden tan bien que grabaron juntos sólo por un par de días.

“Somos una especie de motor trabajando en pos de que suene”, dijo. Son todos “brothers”, agregó. "No tengo que ni mostrar referencias, nada, son pibes que consumen la misma música, que están en la misma movida que yo”.

Para los arreglos de vientos convocó a Michael B. Nelson, quien fue colaborador de Prince, y también había trabajado con el famoso dúo de Spinetta, Illya Kuryaki and the Valderramas, así como otros de sus álbumes solistas. Spinetta le escribió un mensaje de texto en el que le pidió que “spice it up” (que lo sazonara con picante) o en slang argentino “tirále todo el chimi”.

“Para este disco sabía que tenía lo más funkero que hice en mi vida”, señaló. “Al mes me mandó los arreglos de viento y me caí al piso de la emoción, porque realmente era lo que soñaba”.

Spinetta ha sido galardonado con tres Latin Grammy por su trabajo con Illya Kuryaki, pero todavía está por conquistar el gramófono como solista. Sus álbumes en solitario “Elevado” y "Puñal" también recibieron nominaciones al Latin Grammy.

El público puede conocer cómo suena “Mesa dulce” en vivo con las dos “Damasco Session” de Spinetta grabadas en el Centro Cultural Kirchner de Buenos Aires. Se titulan así pues los colores del centro cultural y la iluminación elegida para la grabación remiten a Damasco con su barro rosado.

“Uno de los fuertes de mi proyecto es justamente los shows en vivo”, dijo. “Realmente se convierte algunas veces hasta en una celebración espiritual en donde en los shows entramos como en un trance”.

Además de la categoría de mejor álbum de música alternativa por “Mesa dulce”, Spinetta compite en la categoría de mejor canción alternativa por “El lado oscuro del corazón”, que tiene un video con un estilo totalmente retro de la década de 1980, creado con cámaras U-matic de la época.

“Me metí en un problemón”, apuntó. “No sabes lo difícil que fue conseguir hasta los ‘tapes’, las cintas, para grabar los casetes, que son muy grandes; no había vírgenes, había que conseguir usados, borrarlos y ver que estuvieran en buen estado”.

El video fue dirigido por Hernán Corera y Juan Piczman con efectos de croma y una edición y texturas similares a los de la época. “Sudaka”, una canción que Spinetta interpreta con el rapero argentino Trueno, también tiene un estilo similar realizado con esa tecnología.

“El lado oscuro del corazón” es una canción que habla de estar agradecido por todo y saber decir adiós para ser libres. En estos años Spinetta agradece ser parte de las inspiraciones de músicos como Trueno y CA7RIEL, con quien interpreta “Gambito”.

“Ellos me han dicho que soy parte de sus influencias, para mí eso es un honor, ser parte de la genética de la música urbana de Latinoamérica”, dijo Spinetta quien reconoció a Nicki Nicole, Wos, Dano, Duki y Nathy Peluso como exponentes de la música urbana argentina.

Spinetta, quien estuvo recientemente nominado en las categorías de álbum del año, canción del año y videoclip del año en los Premios Rolling Stone En Español, recordó que cuando debutó con Emmanuel Horvilleur de Illya Kuryaki a comienzos de la década de 1990 era casi inimaginable que alguien los pudiera calificar de influencia. Al contario, enfrentaban prejuicios dentro y fuera del rap.

“Había raperos que eran demasiado raperos y no entendían que Illya era una banda mestiza”, señaló. “Cuando empecé a rapear en los 90s, la gente me decía: 'vos no vivís en el Bronx, ¿por qué estás rapeando?' Ni siquiera lo elegí yo, me pasó”, agregó.

Pero las mezclas que pueden incluir cultura chicana, filmes de la década de 1970, influencias asiáticas, funk, soul y ritmos latinoamericanos, como la que conformaban a Illya y al proyecto solista de Spinetta, son para el artista una señal de fortaleza y evolución.

“Creo que América Latina tiene un plus, que es toda esa mezcla, no solamente en la cultura, sino en la piel, en la sangre”, señaló. “Para mí ser parte de eso es algo que significa aún más que la música, tiene que ver con una historia, con la historia de nuestros pueblos, de los inmigrantes, de los nativos, de toda la mezcla que se generó”, agregó.

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