BRUSELAS, 14 (EUROPA PRESS)
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A su llegada a la cumbre, el canciller alemán, Olaf Scholz, ha defendido que es un "debate necesario" y ha recalcado la importancia de avanzar en los procesos de ampliación de Ucrania, pero también de Moldavia y los Balcanes, después de que el bloque haya confirmado su compromiso con la integración europea. "Es una señal necesaria de que apoyamos a los ucranianos para cumplir las medidas que les hemos pedido", ha explicado.
Antes de empezar la cumbre y durante casi una hora, Scholz y el presidente francés, Emmanuel Macron, se han reunido con Orbán, principal escollo para aprobar la apertura de negociaciones para la adhesión al bloque de Ucrania.
Por su lado, Orbán ha insistido en su posición de bloqueo, asegurando que Kiev tiene pendientes reformas que la Comisión Europea situó como prioritarias. "Hemos fijado siete condiciones y la evaluación de la propia Comisión es que tres de las siete no se han completado, por lo que no tiene sentido que negociemos", ha argumentado el dirigente magiar a su llegada a la reunión de líderes europeos.
Frente al pulso del dirigente magiar, el primer ministro belga, Alexander De Croo, ha rechazado entrar en "una lógica de bazar" y "hacer trueque de una cosa por otra", en referencia a la posición de Budapest que pide descongelar fondos europeos. "Si dejamos de mostrar unidad puede darse a entender que no estaremos para protegernos unos a otros en tiempos difíciles y puede tener un impacto en la seguridad de Europa", ha añadido, pidiendo que la cuestión de Ucrania se hable "cara a cara" y no a través de "entrevistas o cartas abiertas".
"No podemos aceptar ningún chantaje. Tenemos que llegar a una decisión todos juntos", ha defendido por su parte el primer ministro finlandés, Petteri Orpo, quien ha recalcado antes de reunirse con sus socios europeos que las decisiones tome la UE sobre Ucrania son una "señal clara a Moscú, Kiev, Washington y Pekín".
Su colega neerlandés, Mark Rutte, ha subrayado que resulta "crucial" que los líderes de los Veintisiete adopten una "decisión positiva" para las negociaciones de adhesión con Ucrania, una entrada que en todo caso llevará muchos años, así como para el apoyo militar y financiero en el marco de la agresión rusa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha confiado también en que los líderes logren resolver las diferencias en la cumbre tanto en lo que respecta a la revisión del presupuesto --para financiar la ayuda a Ucrania y la gestión migratoria-- como en materia de ampliación, aunque ha augurado un encuentro "largo" que podría irse hasta el fin de semana.
En todo caso, Sánchez ha apostado por lograr un acuerdo que permita a los Veintisiete "mandar un mensaje" de que están "dispuestos a abrir negociaciones" de adhesión con Ucrania, Moldavia y Bosnia y Herzegovina, en el momento en que hagan las reformas que acompañan ese proceso.
Entretanto, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha recalcado la "oportunidad histórica" de abrir negociaciones de adhesión con Ucrania y Moldavia y ha instado a tomar "una decisión valiente". "Han puesto mucho esfuerzo en implementar las recomendaciones de la Comisión y merecen un resultado positivo", ha subrayado.
Al tiempo, ha pedido no abusar del principio de unanimidad en una referencia al bloqueo que ejerce Hungría y, pese a que no ha entrado en el cuerpo a cuerpo con Orbán, ha asegurado que la UE no es un "bazar" y es "totalmente inapropiado" vender principios por dinero.
Para el primer ministro irlandés, Leo Varadkar, esta es una de las cumbres "más importantes" de los últimos años por el calado de las decisiones sobre la mesa. "Si Ucrania no recibe el apoyo necesario de la UE y de Estados Unidos, Vladimir Putin ganará", ha advertido.
Por su parte, su homólogo búlgaro, Nikolai Denkov, ha defendido "negociar" entre socios europeos para conseguir dar pasos en la perspectiva comunitaria de Ucrania. Sin entrar a criticar directamente la posición de Orbán ha dicho esperar un acuerdo: "es tan importante que nadie puede jugar con fuego".