Unos cuantos centímetros sobre la línea de golpeo en diciembre pasado terminaron por convertirse en un viaje de 1.500 kilómetros para los Chiefs hacia un ambiente hostil en lo que será el primer juego de Patrick Mahomes como visitante en la postemporada.
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Todo porque Kadarius Toney estaba en fuera de lugar en una jugada que le negó a Kansas City (12-6) un milagroso touchdown de la ventaja ante Búfalo (12-6) a 1:25 del final en lo que eventualmente fue un triunfo de los Bills 20-17.
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Búfalo, que llegó a ese encuentro con marca de 6-6 y con su temporada en duda, encontró en esos centímetros un salvavidas que cambió su temporada. Y también su postemporada.
Ahora, por primera vez en tres enfrentamientos contra Mahomes y los Chiefs en playoffs, tendrán la ventaja de jugar el domingo en casa, donde el quarterback Josh Allen tiene registro de 15-2 desde 2020 en diciembre y enero, incluyendo la postemporada.
Si los Chiefs buscan convertirse en apenas el segundo equipo en la historia en alcanzar la final de conferencia en seis años consecutivos (Patriots 8 de 2011 a 2018), tendrán que encontrar su mejor versión. Hacerlo enfrente de 70.000 espectadores hambrientos por un primer viaje a su Final de Conferencia desde 1993 resulta particularmente complicado.
A Kansas City no le queda más remedio que echar mano de la segunda mejor defensiva, un buen recurso cuando se toma en cuenta que Kansas City tiene 45 triunfos consecutivos cuando admite 17 puntos o menos, incluidos los playoffs. Eso y un Mahomes que la semana pasada llevó a la ofensiva a producir más de 400 yardas por primera vez en 10 cotejos.
El problema está en limitar a los Bills a 17 unidades. Búfalo promedia 25,6 puntos durante su racha actual de seis victorias y finalizó la campaña como el sexto ataque más prolífico de la liga. Esto se debe en buena medida a un Josh Allen que totalizó 44 touchdowns (29 por aire y 15 por tierra) y que en seis inicios ante los Chiefs acumula 17 anotaciones, 15 de ellas por la vía aérea.
A pesar de ello, Allen no ha sido capaz de evitar la eliminación a manos de los Chiefs en dos de las últimas tres temporadas, incluido un duelo clásico en la ronda divisional de la campaña 2021 en el que Kansas City se impuso 42-36 en tiempo extra luego de que Mahomes comandó una ofensiva de 44 yardas en 13 segundos para igualar el marcador en la última jugada del tiempo regular.
Mahomes y los Chiefs están acostumbrados al drama, al frío y a ganar en la postemporada. Pero ya no son un ataque capaz de organizar ofensivas de 13 segundos, todo lo contrario. Durante la campaña actual sólo superaron los 30 puntos en tres ocasiones, todas ante rivales con marca perdedora. Y difícilmente hay un peor lugar para buscar su mejor versión.
El castigo de Toney aquella tarde del 10 de diciembre les costó a los Chiefs un triunfo, miles de dólares de multas y dejar las relativas comodidades del Arrowhead Stadium para jugarse la temporada en el más inhóspito de los ambientes.
Para los Bills, la revancha está al alcance de su mano.
PACKERS (10-8) en SAN FRANCISCO (12-5)
Jordan Love y los Packers siguieron al pie de la letra el mantra de encontrar el mejor nivel en el mejor momento. Eso los llevó hasta la postemporada después de un inicio de temporada con marca de 3-6. Ahora, pondrán a prueba el ímpetu generado en las últimas semanas en casa de los 49ers.
Para sorpresa de pocos, Love y los Packers llegan al encuentro del sábado abajo por 9 puntos en las casas de apuestas. Después de todo, San Francisco fue el mejor equipo de la NFC durante toda la campaña, finalizó como el tercer ataque con más puntos anotados y la tercera defensiva en puntos recibidos. Eso y una amplia baraja de talento, los respalda.
La historia también está de su lado. Han ganado los últimos cuatro duelos de playoffs ante Green Bay, incluidos los dos más recientes enfrentamientos entre los actuales entrenadores en jefe Kyle Shanahan y Matt LaFleur.
Pero los Packers ya han estado desfavorecidos antes. Fueron uno de los últimos equipos en asegurar un lugar en los playoffs y pocos daban algo por ellos la semana pasada, antes de que viajaran a Dallas a conseguir un sorpresivo y contundente triunfo de 48-32 que no le hace justicia al dominio de Green Bay.
Ahora, Green Bay se encuentra por cuarta ocasión en la ronda divisional de la postemporada en cinco temporadas bajo el mando del entrenador Matt LaFleur. Y Love cerró la campaña con números históricos.
En su primer año como titular, Love se convirtió en el cuarto jugador desde 1970 con al menos dos pases de touchdown sin intercepción en cinco partidos consecutivos. Los tres anteriores — Tom Brady, Matt Ryan y Aaron Rodgers — ganaron el premio MVP ese mismo año.
Love no ganará el MVP, pero un triunfo en San Francisco sería más gratificante.
EL RESTO
La ronda divisional de los playoffs comienza el sábado con la visita de los Texans (11-7) a Baltimore (13-4). El novato de Houston C.J. Stroud se convirtió la semana anterior en el pasador más joven en ganar un juego de postemporada en la historia y busca eliminar a la mejor defensiva en puntos de la liga una semana después de dejar fuera a la mejor defensiva en yardas de toda la NFL. Los Ravens concedieron 20 puntos o menos en cinco de sus últimos siete cotejos de campaña regular.
La jornada concluye el domingo a primera hora, cuando los Buccaneers (10-8) viajen a Detroit (13-5). El quarterback de Tampa Bay Baker Mayfield tiene al menos 250 yardas aéreas con tres pases de touchdown y sin intercepción en dos de sus tres inicios en la postemporada. El pasador de los Lions Jared Goff se convirtió en el primero en la historia en ponerle fin a una sequía de al menos 10 años sin un triunfo de postemporada con dos franquicias distintas.