GRAND RAPIDS, Michigan, EE.UU. (AP) — En eventos de campaña realizados el martes en Michigan y Wisconsin, Donald Trump usó el reciente asesinato de una mujer de Grand Rapids a manos de un hombre que, según funcionarios de inmigración, entró en el país sin autorización, para amplificar su retórica incendiaria de campaña con la que acusa al presidente Joe Biden de provocar un “baño de sangre” en la frontera sur de Estados Unidos.
PUBLICIDAD
Ruby Garcia, de 25 años, fue hallada muerta el 22 de marzo al lado de una carretera de Grand Rapids. Según la policía, ella sostenía una relación sentimental con el sospechoso, el mexicano Brandon Ortiz Vite.
PUBLICIDAD
La inmigración ha surgido como el punto focal de la campaña de Trump en pos de su reelección. Con frecuencia destaca incidentes relacionados con inmigrantes para azuzar inquietudes sobre las políticas fronterizas de Biden, y el martes intentó relacionar la muerte de Garcia con la de Laken Riley, una estudiante de enfermería de Georgia que, según las autoridades, fue asesinada por un hombre que entró en Estados Unidos sin autorización.
Aunque las autoridades piensan que la muerte de Riley fue un hecho aleatorio, el caso de Garcia es distinto.
Esto es lo que sabemos al respecto, y en qué puntos se alejan las afirmaciones de Trump de la verdad.
El equipo de campaña de Trump ha dicho que Garcia fue asesinada por un inmigrante “en un intento de robo de auto en estado de ebriedad”. Esto transmite una sensación de aleatoriedad que no está sustentada en los hechos.
La noche del 22 de marzo, un policía de Grand Rapids descubrió a Garcia al lado de una carretera con varias heridas de bala en la cabeza.
Según un afidávit de causa probable, Ortiz Vite les dijo a las autoridades que le disparó varias veces a Garcia durante una discusión. Luego salió del vehículo por el lado del pasajero y abrió la puerta del lado del conductor. Dijo que disparó una vez más porque creía que estaba viva. Luego la sacó del auto y huyó en él.
Desde entonces, Ortiz Vite ha sido acusado de homicidio doloso, asesinato aún no clasificado, robo de auto, portar un arma oculta y posesión ilegal de arma de fuego con agravantes. Fue arrestado mientras traía una pistola Taurus 9mm, que según Ortiz Vite usó para dispararle a Garcia y que había “comprado legalmente”, según la declaración jurada.
Las autoridades dicen que Garcia y Ortiz Vite tenían una “relación sentimental”. Chris Becker, fiscal del condado Kent, dijo al anunciar los cargos que “este es otro caso de homicidio por violencia doméstica que hemos visto, francamente, con demasiada frecuencia en los últimos años”.
El asesinato recibió muy poca atención hasta que un medio conservador comenzó a informar que Ortiz Vite era un “inmigrante ilegal”. Republicanos de todo Michigan empezaron a mencionar el caso para hacer énfasis en los problemas en la frontera sur del país. Poco después, Trump anunció que viajaría a Grand Rapids para un evento de campaña.
Inicialmente, Trump se refirió correctamente a Garcia el martes como una persona de 25 años, pero luego dijo que tenía 17 años. También dijo que su gobierno había echado a Ortiz Vite “fuera del país y el corrupto Joe Biden lo trajo de vuelta y le permitió entrar y quedarse, y él asesinó cruelmente a Ruby”.
Pero Trump no tiene forma de saber si Ortiz Vite volvió a Estados Unidos durante el mandato de Biden o de él mismo. Ortiz Vite fue deportado en septiembre de 2020 tras ser arrestado por conducir en estado de ebriedad, poco más de un año después de que expirara su inscripción en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, según el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Los funcionarios de inmigración no saben si Ortiz Vite volvió a entrar al país en los últimos meses de la presidencia de Trump o durante el mandato de Biden.
“En fecha y ubicación desconocidas, Ortiz Vite volvió a entrar a Estados Unidos sin la inspección de un funcionario de inmigración”, dijo un vocero del ICE en un comunicado.
Flanqueado por jefes de policía y funcionarios republicanos, Trump dijo el martes que la muerte de Garcia fue resultado directo de las políticas fronterizas de Biden. Y añadió que “los seres queridos y la comunidad (de Garcia) se quedan llorando a esta increíble joven”.
“Cuando entraba a una habitación, ella iluminaba ese cuarto, y he oído decir eso a muchas personas”, afirmó Trump. “Hablé con algunos miembros de su familia”.
La hermana de Ruby, Mavi, que se ha convertido en la vocera de la familia, cuestionó el relato del expresidente, y dijo a diversos medios que ni Trump ni ningún integrante de su equipo de campaña se han puesto en contacto con su familia inmediata.
“Fue impactante. Dejé de verlo. Sólo había visto hasta ahí; tras oír un par de datos falsos que dio, simplemente dejé de verlo”, dijo Mavi Garcia a WOOD-TV en Grand Rapids.
En el evento, un vocero de Trump no pudo identificar con quién de la familia Garcia había hablado el expresidente. Desde entonces el equipo de campaña no ha dado aclaraciones.
“Los medios de comunicación tradicionales son detestables por dedicar más tiempo a examinar minuciosamente las palabras del presidente Trump y a obsesionarse por su ‘retórica’ que a escribir sobre los atroces crímenes cometidos por los inmigrantes ilegales de Joe Biden, como en el que murió Ruby Garcia”, dijo en un comunicado Karoline Leavitt, secretaria nacional de prensa de Trump.
Trump dijo el lunes al presentador radiofónico conservador Justin Barclay, de Michigan, que le gustaría que la familia de Garcia asistiera a su evento, y le pidió a Barclay que se coordinara con ellos. Barclay dijo el martes a The Associated Press que no había tenido comunicación con la familia.
“Siempre se ha tratado de los inmigrantes ilegales”, dijo Mavi Garcia a WOOD-TV. “Realmente nadie habla cuando los estadounidenses cometen crímenes horrendos, y causa cierta impresión el hecho de que él sólo habló de los ilegales. ¿Qué hay de los estadounidenses que cometen crímenes terribles como ese?”
Los republicanos de Michigan han tratado de relacionar la muerte de Garcia con otros delitos presuntamente cometidos por inmigrantes para hacer notar una tendencia preocupante. Trump mencionó el martes una serie de robos en casas del condado Oakland que, según las autoridades, fueron orquestados por “pandillas transnacionales”, y también la muerte de Leah Marie Gomez, de 22 años.
Gomez fue asesinada en Grand Rapids el año pasado por el padre de su hija de 1 año, el mexicano Luis Bernal Sosa. Gomez estaba sentada en su auto con su hija cuando Bernal Sosa le disparó varias veces, según la policía.
“Uno es tragedia, dos es tendencia. El occidente de Michigan no aceptará inmigrantes ilegales que nos hagan sentir inseguros en nuestra comunidad”, dijo la semana pasada el presidente del Partido Republicano en Michigan, Pete Hoekstra.
Pero aunque los republicanos han puesto de relieve estos crímenes presuntamente cometidos por personas que están sin autorización en el país, las estadísticas más recientes del FBI revelan un continuo declive en los crímenes violentos en general en Estados Unidos, después de un incremento temporal durante la pandemia de COVID-19.
Muchos estudios han encontrado que es menos probable que los inmigrantes cometan crímenes violentos que los ciudadanos nativos. Uno de ellos, publicado por la Academia Nacional de Ciencias y basado en datos del Departamento de Seguridad Pública de Texas de 2012 a 2018, reportó que era más del doble de probable que los residentes nacidos en Estados Unidos fueran arrestados por crímenes violentos que las personas que están sin autorización en el país.
Los demócratas han señalado un acuerdo bipartidista para reforzar la seguridad fronteriza, el cual Trump ayudó a descarrilar al informar a los republicanos de la Cámara de Representantes que se oponía a él.
“Había una solución en la mesa, En realidad, fue el expresidente quien alentó a los republicanos a retirarse para no concretarla”, dijo el lunes la gobernadora demócrata de Michigan, Gretchen Whitmer. “No tengo mucha tolerancia para argumentos políticos cuando siguen poniendo en riesgo a nuestra economía y, hasta cierto grado, a nuestra gente, como vimos que ocurrió recientemente en Grand Rapids”.
____
La periodista de The Associated Press Jill Colvin contribuyó desde Nueva York.