QUITO (AP) — Unos 13 detenidos de nacionalidad colombiana fueron repatriados desde Ecuador a su país de origen, informó el jueves la cancillería, una medida con la que el gobierno busca reducir la violencia en las cárceles del país andino y el hacinamiento en medio de una crisis de seguridad.
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Entre los presos extranjeros repatriados se encuentran 11 hombres y dos mujeres que permanecían recluidos en una prisión de la ciudad Tulcán, perteneciente a la provincia fronteriza de Carchi al norte de Ecuador, informó un comunicado de la cancillería.
La entrega se formalizó en el Puente Internacional de Rumichaca, el principal paso fronterizo entre ambos países, agregó el reporte oficial.
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En enero el presidente ecuatoriano Daniel Noboa suscribió un decreto disponiendo al organismo rector del sistema penitenciario realizar los trámites administrativos para la repatriación de los presos extranjeros “a fin de que su sentencia sea ejecutada en el país de origen”.
No se informó por qué tipo de delitos se encontraban detenidos los 13 reclusos colombianos, pero su repatriación había sido admitida a inicios de abril por las autoridades de Colombia como parte de los diálogos entre los cancilleres de ambas naciones.
Ante el anuncio que hizo el presidente Noboa en diciembre sobre la repatriación de unos 1.500 presos extranjeros, entre colombianos, peruanos y venezolanos, las autoridades colombianas observaron que ésta no podía ser colectiva sino que debía analizarse caso por caso.
Este es el primer grupo de privados de la libertad extranjeros que son repatriados en el gobierno de Noboa.
Ecuador afronta una crisis de violencia y criminalidad que ascendió desde 2021 cuando se desencadenaron una serie de masacres y enfrentamientos entre bandas delincuenciales, que las autoridades adjudican a la pugna por espacios de poder y el control de rutas de tráfico de drogas.
También sostienen que las cárceles son los centros de mando desde donde se disponen toda serie de delitos que han ido en aumento como sicariatos, extorsiones, secuestros y robos.
El 9 de enero Noboa declaró el conflicto interno armado que se extendió hasta inicios de abril y con el cual buscó enfrentar a las organizaciones del crimen organizado, que llamó “terroristas”.