SANTIAGO (AP) — El gobierno de Chile anunció el viernes la expulsión de 53 extranjeros por cometer diversas infracciones migratorias o delitos, por lo que ya son más de 300 los migrantes deportados en lo que va del año.
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Según un comunicado del Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG), un vuelo chárter despegó en la mañana con destino a Bolivia, Ecuador y Colombia con más de medio centenar de individuos de los cuales cuatro son de nacionalidad ecuatoriana, nueve boliviana y 40 colombianos.
Del total de las deportaciones, 19 correspondieron a expulsiones administrativas y 34 fueron judiciales.
Los extranjeros fueron deportados después de ser arrestados por cometer diversos delitos como robo con intimidación, robo con violencia, homicidio frustrado, secuestro con lesiones y tráfico ilícito de drogas, entre otros, precisó Migraciones.
“El criterio del gobierno y del Servicio Nacional de Migraciones (SERMIG) es priorizar la expulsión del país de las personas extranjeras que han cometido delitos y que tienen antecedentes penales”, destacó la institución en el comunicado.
Desde el inicio del año Chile ya ha expulsado a 313 extranjeros de distintos países.
Según explicó el director del SERMIG, Luis Eduardo Thayer, el del viernes fue el undécimo vuelo que salió del país con personas que han cometido delitos o ingresado al territorio chileno de forma clandestina en el marco de la intensificación para controlar el flujo migratorio, que ha aumentado en los últimos años.
Las expulsiones judiciales “son importantes puesto que son personas que han cometido delitos en nuestro país... Esto muestra la eficacia que están teniendo los procedimientos de expulsión", sostuvo Thayer.
Por su parte, la ministra de Interior, Carolina Tohá, explicó en declaraciones a los periodistas que el Gobierno chileno estudia ampliar los vuelos chárter también a ciudadanos de otras nacionalidades, en especial Venezuela.
“La forma de avanzar un poco más rápido es tener vuelos dedicados exclusivamente a transportar personas que están en esta condición”, dijo la ministra al recordar que, por ahora, todas las expulsiones a Venezuela “se hacen en vuelos comerciales”, que son “muy limitados”.
“La idea es acordar, retomar, digamos, lo que teníamos pensado en enero, que es tener una programación, no ir discutiendo vuelo por vuelos, sino tener una programación permanente” de deportaciones hacia Venezuela, agregó.
Las deportaciones coinciden con un incremento de la violencia callejera en Chile, que se ha disparado en los últimos años y que muchos vinculan con la mayor entrada de extranjeros al país y los laxos controles migratorios.
En este sentido, el director de Migraciones enfatizó que cualquier persona que “ingrese irregularmente al país" o ”quienes cometan delitos o tengan antecedente serán expulsados", al resaltar que estos individuos “son una minoría de los extranjeros que viven en Chile, pero es una minoría que hace mucho daño”.