MADRID, 30 (EUROPA PRESS)
Jareh Sebastian Dalke, de 32 años, fue durante 2022 empleado de NSA, donde se desempeñó como diseñador de seguridad de sistemas de información. Entre agosto y septiembre de ese año utilizó una cuenta de correo electrónico cifrada para transmitir extractos de tres documentos clasificados a un individuo que creía que era un agente ruso, pero que era un empleado encubierto del FBI.
Además, en esas fechas solicitó 85.000 dólares (79.400 euros) a cambio de la información que tenía en su poder, afirmando que sería valiosa para las autoridades rusas y prometiendo compartir más información en el futuro. Posteriormente, transfirió cinco archivos, cuatro de ellos ultrasecretos.
Momentos después de este envío, en septiembre de 2023, el FBI arrestó a Dalke. Como parte de un acuerdo de culpabilidad, admitió que transfirió los archivos con la intención de que la información fuera utilizada para dañar a Washington y beneficiar a Rusia. Entonces, se declaró culpable de seis cargos.
"Este acusado, que había jurado defender nuestro país, creía que estaba vendiendo información clasificada de seguridad nacional a un agente ruso, cuando en realidad se estaba revelando ante el FBI. Esta sentencia demuestra que quienes buscan traicionar a nuestro país tendrán que rendir cuentas por sus crímenes", ha declarado el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland.
El director del FBI, Christopher Wray, ha afirmado que esta sentencia "debería servir como una dura advertencia a todos aquellos a quienes se les ha confiado la protección de la información de defensa nacional de que traicionar esa confianza tiene consecuencias".