QUITO (AP) — La policía detuvo el martes a Azhael Roldán, hijo de quien fuera uno de los líderes de la mayor banda criminal y de narcotráfico de Ecuador, Los Choneros, quien está acusado de lavado de activos.
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Junto a Roldán fueron detenidas otras cinco personas a quienes se les formulará cargos en las próximas horas y se decomisaron vehículos, joyas, dispositivos electrónicos y de comunicación, dinero en efectivo y documentos, señaló la Fiscalía en su cuenta de X, antes Twitter. La operación se realizó durante la madrugada en las provincias de Guayas y Los Ríos.
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La Fiscalía precisó que los agentes iniciaron la investigación en junio tras reportes del sistema financiero sobre recurrentes, inusuales e injustificadas operaciones en efectivo para la adquisición de bienes e inmuebles, para lo cual se habían constituido empresas de papel.
El coronel de la policía Manuel Gómez, director nacional de delitos contra la corrupción, dijo en rueda de prensa que los detenidos recibieron depósitos por cinco millones de dólares “por parte de personas con las que no mantienen ningún tipo de relación comercial, societaria o económica para dar apariencia de legalidad a sus transacciones" y también adquirieron bienes por 3,5 millones de dólares entre los años 2019 y 2023. Añadió que la operación se mantiene en curso.
Este operativo del Ministerio Público es parte de las acciones de las autoridades para investigar al círculo íntimo del fallecido Junior Roldán, padre del detenido, quien al momento de su muerte habría dejado una fortuna de unos 18 millones de dólares en bienes, cuentas y activos.
Junior Roldán cobró notoriedad cuando creó una banda al servicio de Los Choneros, en la que llegó a convertirse en el segundo al mando tras la muerte violenta de algunos de sus líderes.
Asesinado a balazos en Colombia el año pasado, estuvo en prisión hasta febrero de 2023 sentenciado por dos asesinatos, aunque la policía lo señalaba como responsable de la muerte de al menos 20 personas y de ordenar brutales matanzas desde inicios de 2021 en algunas prisiones estatales controladas por bandas criminales.
De acuerdo con las autoridades, los violentos enfrentamientos y las matanzas entre bandas rivales en las cárceles de Ecuador se producen por las disputas de rutas y territorios de distribución de drogas de las bandas locales al servicio de poderosos cárteles del narcotráfico de Colombia y México, que usan el territorio ecuatoriano como plataforma de almacenamiento y exportación de narcóticos, especialmente a Estados Unidos y Europa.