KUALA LUMPUR, Malasia (AP) — Un exministro de Singapur fue sentenciado el jueves a un año de cárcel tras declararse culpable de recibir regalos ilegales, en un proceso inusual contra un miembro del gobierno del centro financiero asiático.
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La semana pasada, el exministro de Transportes, S. Iswaran, se declaró culpable de un cargo de obstrucción a la justicia y de cuatro por aceptar regalos de gente con la que mantuvo una relación oficial. Es el primer ministro acusado y encarcelado en casi medio siglo.
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En su fallo, el juez Vincent Hoong dijo que los titulares de altos cargos “debe esperarse que eviten cualquier percepción de que son susceptibles de ser influidos por beneficios pecuniarios”.
“Soy de la opinión de que es apropiado imponer una sentencia superior a las demandas de ambas partes", dijo Hoong al dictar un total de 12 meses de prisión por los cinco cargos. La defensa había pedido un máximo de ocho semanas de cárcel y la fiscalía solicitaba entre seis y siete meses.
El tribunal aprobó la petición de Iswaran de demorar el inicio de su condena el lunes, según reportó Channel News Asia. Sigue en libertad bajo fianza y por el momento se desconoce si recurrirá la sentencia.
Iswaran fue acusado inicialmente de 35 cargos, pero la fiscalía lo procesó solo por cinco, además de reducir dos acusaciones de corrupción a recibir regales ilegales.
El exministro recibió regalos valorados en más de 74.000 dólares singapurenses (57.000 dólares) de Ong Beng Seng, un magnate inmobiliario malasio asentado en Singapur, y del empresario Lum Kok Seng. Entre los obsequios había boletos para la carrera de Fórmula Uno en Singapur, vino y whisky y una bicicleta Brompton de lujo. Ong es el propietario de los derechos de esa prueba de la F1 e Iswaran fue presidente, y más tarde asesor, del comité de dirección del Gran Premio.
Los ministros de Singapur están entre los mejor pagados del mundo. Aunque las cifras del caso de Iswaran parecen relativamente menores, su inculpación es una vergüenza para el gobernante Partido de Acción Popular, que presume de una imagen limpia. Singapur está entre los cinco países menos corruptos del mundo según el índice de percepción de la corrupción elaborado por Transparencia Internacional.