PUBLICIDAD
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
PUBLICIDAD
La ONG Save the Children ha avisado este viernes de un incremento de llegadas de menores no acompañados a la frontera con Burundi por el conflicto en el este en República Democrática del Congo.
Estas llegadas tienen lugar mientras Naciones Unidas ha denunciado a las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23), protagonistas en las últimas semanas de una gran ofensiva que ha llevado al grupo a hacerse con las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Bukavu, de la "ejecución arbitraria" de menores tras conquistar esta última ciudad.
Save the Children habla ahora de un "éxodo masivo" hacia Burundi, que ha recibido a unos 35.000 refugiados desde la aceleración de la ofensiva guerrillera, entre ellos "cientos de niños no acompañados y separados de sus familias enfrentan condiciones extremadamente vulnerable".
Burundi recibe así a la mayor ola de refugiados de los últimos 25 años, en medio de una "falta de recursos básicos y condiciones insalubres en los centros de tránsito" que han costado las vidas de cuatro niños hasta el momento.
NIÑOS VULNERABLES A LA EXPLOTACIÓN
Save the Children ha podido identificar hasta el momento a 76 menores de edad separados de sus familias, 43 de ellos en el centro de Rugombo y otros 33 en Gihanga.
"Los niños y niñas solas son más vulnerables a la violencia física y sexual, y tienen menos posibilidades de denunciar los abusos", ha alertado la ONG sobre la situación de estos menores antes de llamar a recaudar fondos para proporcionar alimentos, refugio, higiene y saneamiento, protección y atención médica de emergencia para satisfacer las necesidades básicas.
"Estamos viendo un aumento dramático de niños, niñas y las familias cruzando la frontera, muchos de ellos en condiciones extremas", ha avisado la directora de Save the Children para Ruanda y Burundi, Maggie Korde.
"Llegan con hambre, exhaustos y traumatizados", ha añadido antes de alertar que "la separación de un niño o de una niña de su familia en una crisis así es devastadora y puede afectar su vida a largo plazo y, sin la ayuda de la comunidad internacional, corren un grave peligro".